El hormigón celular es un material de construcción cuyo origen data de 1924 en Suecia. Es un material muy utilizado en Europa del Norte, donde goza de una gran popularidad. ¿Qué implantación tiene el hormigón celular en España?
El hormigón celular es un material de construcción muy popular tanto en Europa del Norte, como Europa del Este y Centro Europa. A pesar de llevar varios años con unos crecimientos de doble dígito, todavía nos queda mucho para superar el 30% de cuota de mercado en la construcción, que ya tienen otros países como China, Rusia, Gran Bretaña, Bélgica, Países Bajos...
¿A qué cree que se debe esta diferencia de implantación entre España y el resto de países europeos?
En España no está aún muy implantado por el desconocimiento, por el arraigo que tenemos a los materiales arcillosos heredado de los árabes y por el miedo a probar nuevos sistemas constructivos: “Si funciona, ¿por qué cambiarlo?”. A pesar de esto, el hormigón celular tiene un potencial de implantación brutal dada la actual coyuntura de exigencia de alta eficiencia energética.
Dentro de España, ¿ha observado alguna diferencia en el uso de este material en función de la comunidad autónoma o provincia debido, por ejemplo, a la presencia de residentes extranjeros propietarios de viviendas que conocen este material? ¿Cree que existen otros motivos?
Es evidente que uno de nuestros mejores prescriptores son los extranjeros, ya que por necesidad y por cultura, conocen muy bien los beneficios de nuestro material y suelen exigirlo para sus promociones.
El hormigón celular de Ytong, por ejemplo, se puede utilizar como material en viviendas unifamiliares, cerramientos o tabiquería. ¿Cuál es el tipo de trabajo más común entre los clientes que utilizan su producto? Pendientes, cubiertas…
Ytong se suele emplear principalmente para aislamiento térmico, ya que con una única hoja podemos cumplir el aislamiento térmico exigido por el CTE en cualquier lugar de España. Por ello, el uso más habitual es en el cerramiento de viviendas, aunque Ytong es un sistema constructivo completo que va desde el cerramiento, tabiquería, dinteles, forjados hasta la cubierta, evitando cualquier puente térmico debido a que empleamos el mismo material para todo ello.
¿Y en qué tipo de edificios es más común su utilización? Viviendas unifamiliares, centros escolares, edificios públicos…
Actualmente en España, el empleo más común es para viviendas unifamiliares y para recintos con alta exigencia al fuego, ya que con 10 cm de nuestro bloque obtenemos un EI 180 minutos. Por ello, también es muy común verlo en naves industriales tanto en la envolvente como en la sectorización interior. En Europa también es muy común emplearlo en plurifamiliares debido a su gran aislamiento térmico y su rapidez de ejecución.
Uno de los aspectos más relevantes de la utilización de este material es que agiliza la construcción al ser necesarios muy poca variedad de elementos y materiales. ¿Podría explicar un poco este punto?
Así es. Debido a la ligereza de nuestros bloques (con densidad desde 350 kg/m3 cuando la de las placas de yeso laminado está en torno a los 600 kg/m3) podemos alcanzar unas dimensiones que nos permiten llegar a ejecutar un m2 con 3,2 piezas y unos 50 m2/día con tres recursos.
En cuanto a los forjados, nuestras placas armadas son elementos portantes y a su vez aislantes que no requieren una capa de compresión ya que son autoportantes e inmediatamente transitables. Con esto evitamos la necesidad de apuntalar y encofrar.
Y desde el punto de vista de los profesionales que deben trabajar con su hormigón celular. ¿Deben tener una buena cualificación profesional o prestar una atención especial? Debido, precisamente, al constante proceso de innovación de los fabricantes, ¿cree que los profesionales tendrán que formarse continuamente para adaptarse a las nuevas tendencias?
Para trabajar con nuestro sistema no es necesario tener una alta cualificación ya que con ciertas pautas definidas por nuestros formadores sería suficiente para su correcta ejecución. Por este motivo actualmente tenemos formadores por toda España, intentando formar y asesorar a cualquier instalador que comience a trabajar con nuestro sistema, tanto en el arranque como en el transcurso de la obra para resolver cualquier duda tanto técnica como práctica.
Por otro lado, si nos referimos a los arquitectos, siempre es recomendable estar al día de los nuevos productos que salen al mercado para poder ofrecer a sus clientes las mejores opciones, ya que este es un mercado que está en continua evolución.
La sostenibilidad es otro de los puntos fuertes de Ytong. De hecho, el hormigón celular de Ytong está considerado como un buen aislante térmico. ¿Puede llegar a sustituir los bloques de Ytong a los tradicionales aislantes térmicos que se utilizan en España? ¿En qué tipo de proyectos?
El bloque Ytong es un elemento constructivo que tiene capacidad portante y que a su vez es muy buen aislante térmico. En situaciones más exigentes como podría ser para cumplir el estándar Passivhaus, en ciertas regiones de España, nuestro bloque por sí solo, podría llegar a sustituir al cerramiento tradicional más su aislamiento térmico.
José Tejero Manzanares, profesor de la Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén, manifestó en una entrevista en nuestra web que los fabricantes deben tender a desarrollar materiales que inciten a sensibilizar sobre la necesidad de crear ambientes no tóxicos y fomentar el diseño de edificios saludables. ¿Trabaja Ytong en esta línea de pensamiento? ¿de qué modo?
Ytong tiene desde hace muchos años el sello voluntario HQE (Alta Calidad Ambiental) que está destinado a controlar los impactos de un edificio sobre el medio ambiente, garantizando al mismo tiempo a sus ocupantes condiciones de vida sanas y confortables. La asociación HQE logra dos grandes objetivos:
- Controlar los impactos sobre el medio ambiente exterior: metas eco-construcción y eco-gestión
- Crear un ambiente interior sano y confortable: metas de confort y de salud
La reducción de emisiones de CO2 en el sector de la construcción y la vivienda parece imparable en todo el mundo. El BOE publicó el pasado mes de junio la Directiva (UE) 2018/844 del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de mayo de 2018 por la que se modifica la Directiva 2010/31/UE relativa a la eficiencia energética de los edificios y la Directiva 2012/27/UE relativa a la eficiencia energética. En él se establece que cada Estado miembro establecerá una estrategia a largo plazo para apoyar la renovación de sus parques nacionales de edificios residenciales y no residenciales. ¿Qué iniciativas cree, a grandes rasgos, que deberá tomar el Gobierno de España en este punto?
El mercado de la construcción trata cada vez más de reducir el impacto sobre el medio ambiente y las emisiones de CO2. Ytong realizó un análisis del ciclo de vida del hormigón celular con CSTB (Centro Científico y Técnico de la Edificación en Francia), llegando a la conclusión del carácter natural de nuestro bloque, así́ como el respeto de criterios energéticos y económicos durante su producción y utilización. Finalmente, el estudio concluye que este material de Ytong se integra adecuadamente dentro de una perspectiva de desarrollo sostenible.
Lo que echo en falta es la transparencia. La emisión de CO2 es solo un parámetro de los muchos que hay. El gobierno debería de abrir el abanico a más parámetros. Nos gustaría que, al igual que ha hecho nuestra empresa haciendo públicos todos los valores que podrían impactar en el medio ambiente, se continúe dando más transparencia y más información para que la mejora de sostenibilidad sea real.
¿Considera necesario promover la utilización del hormigón celular en España a través de algún tipo de normativa o recomendación?
Toda norma o recomendación que trate de mejorar el diseño de edificios saludables, no tóxicos y con una mayor exigencia en el tema ambiental, estará ayudando a promover la utilización del hormigón celular. Ejemplos de esto podrían ser: confort higrotérmico, ausencia de COVs (Compuestos Orgánicos Volátiles), reducción de los niveles de radioactividad tanto de Radón como de radioactividad Gamma, eliminación de emisiones de fibras o partículas que puedan contaminar el aire en el interior, etc.
En España, hay contabilizados más de 30 promotores que buscan certificar más de 10.000 viviendas con diferentes sellos internacionales que garantizan que las casas son más sostenibles que lo que marca la ley. Desde su punto de vista, ¿los certificados son una moda pasajera o es una apuesta decidida por crear edificios más eficientes y sostenibles?
Los certificados son una forma de garantizar mediante ensayos y documentación técnica la correcta ejecución del edificio. Para mí es totalmente una apuesta decidida, sobre todo en edificios nuevos, en los que ya se están consiguiendo los objetivos. Esto se refleja en el crecimiento exponencial que estamos teniendo en ventas.
¿Qué es lo que falta para que las viviendas de obra nueva apuesten en “masa” por edificios más sostenibles, eficientes e inteligentes?
Faltaría concienciación de todos los agentes, un entorno normativo propicio (trasposición de leyes) e incentivos fiscales y/u otros mecanismos para incentivar económicamente la adopción de medidas en este sentido.
En todo este proceso que busca la eficiencia y la sostenibilidad de las viviendas, ¿qué papel juega el cliente final y el propietario? ¿debería de estar más y mejor informado? ¿es suficiente el esfuerzo que hacen las empresas, como la suya, en concienciar sobre la importancia de utilizar materiales sostenibles?
El papel del cliente final es fundamental. Si el mercado no demanda mayor calidad y esfuerzo en estas materias, cualquier política de incentivo de las mismas quedará anulada en breve plazo de tiempo.
El nivel de formación es directamente proporcional al aumento de la demanda en cualquier materia. Si el usuario final es capaz de conocer las ventajas de apostar por la sostenibilidad y valorar adecuadamente sus efectos, es innegable que ello consolidará una clara tendencia hacia la excelencia en la exigencia del mercado.
El esfuerzo que hace Ytong y empresas como la nuestra para tratar de concienciar sobre la importancia de emplear materiales sostenibles, nos consta que es insuficiente en la práctica, porque la conciencia medioambiental se empieza a formar en las escuelas, a edad temprana. Un público formado en valores generales por supuesto será más receptivo a información técnica especializada, que es la que podemos aportar las empresas a la sociedad. Por todo ello es fundamental el papel de las administraciones, actuando de forma transversal, decidida y continuada en el tiempo.