Usted es profesor de la Asignatura Estructuras de Hormigón. Desde el punto de vista de las estructuras, el hormigón continúa siendo el material más utilizado en España. ¿Prevé que esto vaya a cambiar en los próximos años por la utilización de otros más sostenibles?
Creo que será difícil. Las estructuras de hormigón estructural presentan muchas ventajas (moldeabilidad, monolitismo, durabilidad, economía, prefabricación…) que las han llevado a ser de las más utilizadas en la actualidad y pienso que, quizás, entre ellas se encuentre la sostenibilidad. De cualquier modo creo que hoy en día es difícil llegar a cuantificar de forma objetiva la sostenibilidad a pesar de los esfuerzos que se realizan en este sentido, debido al gran número de parámetros que influyen en su cuantificación. Pero me atrevería a decir que las estructuras de hormigón estructural son muy adecuadas para una construcción sostenible.
¿Qué aspectos sostenibles destacaría del hormigón estructural?
Por un lado, la alta durabilidad de estas estructuras reduce los gastos de conservación y mantenimiento. Por otro, el carácter reciclable tanto del acero como del hormigón. Este último hoy en día empieza a ser utilizado como material granular reciclado para nuevas construcciones. Además de estos puntos añadiría la elevada inercia térmica del hormigón, que reduce la demanda energética de la construcción y el adecuado aislamiento acústico del hormigón, que permite ahorrar en el consumo de otros materiales para garantizar la exigencia de protección frente al ruido.
¿Y con respecto al fuego?
El hormigón estructural goza de una alta resistencia al fuego, que reduce el coste de los posibles daños tras un incendio. En cualquier caso, creo que las estructuras de hormigón estructural tienen todavía un recorrido en la mejora de la sostenibilidad: mejora de la gestión medioambiental en los procesos de obtención de las materias primas del hormigón y del proceso de construcción, incorporación de nuevas adiciones al cemento, utilización de árido reciclado, optimización de procesos de cálculo y constructivos que reduzcan las cuantías de acero, aprovechamiento de las mejoras de calidad de los hormigones para reducir cuantías de acero…
Desde hace unos años parece que la madera está en auge en España en el sector de la construcción residencial. ¿A qué cree que se debe esta tendencia?
Indudablemente a la aparición del documento básico SE-M del Código Técnico de la Edificación, que ha permitido realizar con un amparo reglamentario la verificación de la seguridad de los elementos estructurales de madera. Hasta esa fecha (2006) no existía en nuestro país ninguna normativa que recogiese en su ámbito esta tecnología estructural, a pesar de ser una de las tipologías estructurales más antiguas. La existencia de esta normativa, la implementación de la misma en programas de cálculo como CYPE y, por supuesto, las ventajas que presentan estas estructuras en algunas construcciones (estéticas, reducido peso y coste, facilidad de montaje…) han permitido el uso creciente de las mismas.
¿Considera que será alguna vez el nivel de uso similar al de EEUU o las razones culturales y naturales de España lo impiden?
Veo improbable que en España se llegue, al menos a corto plazo, al nivel de uso de los EEUU. Creo que en cada territorio se construye según sus costumbres y necesidades de su entorno, tratando de aprovechar los recursos de ese entorno.
Por ejemplo, en los EEUU se tiene una gran tendencia a la movilidad geográfica y a vivir de alquiler, por lo que se prefieren viviendas más económicas a costa de una menor durabilidad y de que no se puedan aprovechar por las siguientes generaciones. Por el contrario, en España la movilidad es menor y la adquisición de una vivienda duradera se convierte en la gran inversión de futuro, de la cual también se beneficiarán los hijos.
Por otro lado, el entorno agresivo de los EEUU, con inviernos muy duros, favorece el uso de la madera debido a su calidez y alto nivel aislante, mientras que en España se prefieren materiales refractarios al sol y que aíslen el calor del interior. Por último, al contrario que en España, en los EEUU existe una gran abundancia de bosques que hace de la madera un material más económico en aquel país.
El proyecto de investigación 3D CONS, que trata de implantar la construcción y rehabilitación en fachadas por medio de las impresoras 3D, está investigando en nuevos materiales. Con respecto a esta y otras investigaciones del mercado, ¿cuál es la tendencia entre las empresas de fabricación de materiales: sostenibilidad, economía...?
Parece claro que en el mundo empresarial la economía es siempre el parámetro más valorado. La sostenibilidad, siendo un deseo de la sociedad, queda en un segundo plano cuando existen intereses económicos y deben ser las autoridades las que tienen que exigir este tipo de requisitos en nuestras construcciones, no solo de sostenibilidad, sino también de seguridad.
Las investigaciones del estilo de la impresión 3D pueden ser un gran avance en la mejora de los procesos constructivos en edificación, que en algunos aspectos parecen no haber evolucionado mucho desde nuestros antepasados: seguimos construyendo con ladrillos donde después hacemos una roza para el paso de conductos.
¿Hay algún material nuevo que se haya inventado o del que se haya hecho una innovación en los últimos años que le haya llamado la atención por sus beneficios en el sector de la construcción?
Existe una gran investigación en nuevos materiales. En el ámbito de la construcción me interesan los hormigones de altas resistencias, que están llegando a alcanzar más de 200 MPa en compresión (siempre un orden de magnitud menos en tracción), con los que se podrían plantear tipologías estructurales que, trabajando predominantemente a compresión, no requiriesen la utilización de armaduras, o únicamente unas cuantías mínimas. Además, la alta docilidad de estos hormigones podría permitir una fácil puesta en obra, incluso con espesores reducidos. La construcción de estructuras de hormigón sin la necesidad de los laboriosos trabajos de ferralla siempre resulta atrayente y, quien sabe, quizás no esté lejos con estos nuevos hormigones.
Estructuras y norma sísmica en España
Con respecto a las estructuras y al sismo, Andalucía es una de las regiones (junto con Murcia y Alicante) con mayor riesgo de sufrir un terremoto en España. ¿Considera que la normativa en España debería actualizarse?
Es cierto que la aparición de la norma de construcción sismorresistente NCSE en 1994 supuso un gran avance en los métodos de cálculo sismorresistente, con la introducción del análisis modal espectral. Pero desde su actualización en 2002 han pasado ya más de 14 años y en ese tiempo los trabajos de sismología en la península han concluido con una actualización del mapa de peligrosidad sísmica. También durante ese tiempo se ha avanzado en el diseño sismorresistente de estructuras (aislamiento sísmico, aislamiento de base activo, disipadores de energía…). También creo que es importante reglamentar sobre la inspección de las estructuras construidas con anterioridad a la norma NCSE, y profundizar sobre la rehabilitación. Por ello, creo que sería recomendable una actualización de esta normativa que recogiese todos esos avances.
¿La Universidad de Málaga, por su ubicación, ofrece a sus estudiantes una formación o una sensibilización mayor en el tema del sismo y las estructuras?
Puedo hablar por la Escuela de Ingenierías Industriales. Actualmente en las titulaciones de grado la formación va dirigida fundamentalmente hacia el cálculo estático de estructuras, si bien tenemos una asignatura donde se dedica un tercio de la misma al cálculo dinámico de estructuras. Creo que ese tiempo es claramente insuficiente para abordar este tema.
Con la acción sísmica sucede que no tenemos memoria histórica de un gran terremoto. El periodo de retorno de un gran terremoto en la península es de unos 100 años. Tuvimos el terremoto de Lisboa en el siglo XVIII, el terremoto de Andalucía en el siglo XIX y no hemos tenido ninguno en el siglo XX. Luego existe probabilidad de que pueda suceder en cualquier momento.
Hace unos meses, la Universidad de Málaga acogió la presentación del módulo de CYPE que permite el cálculo del efecto que tienen los elementos no estructurales de un edificio ante un terremoto, algo que aún hoy no está considerado por la normativa en España. ¿Qué opinión tiene de este módulo? ¿De qué modo puede ayudar a profesionales en el ejercicio de su profesión?
Indudablemente es un avance en la dirección de intentar predecir con una mayor fiabilidad los efectos de un sismo sobre nuestras estructuras. Ya no solo por este módulo, los programas como CYPE han permitido a los ingenieros/arquitectos poder llevar a cabo comprobaciones muy laboriosas para el análisis y verificación estructural de una forma fiable y fácil de realizar. Sin ellos sería hoy imposible verificar las exigencias estructurales que establece la normativa vigente. Obviamente no podemos confiar todo en los programas, el técnico debe de tener suficiente criterio para establecer el diseño previo de la estructura y para tomar las decisiones más adecuadas tras el análisis y verificación estructural realizados por el programa.
Desde el punto de vista de la formación técnica en España. ¿En qué puesto, con respecto a Europa, colocaría a los estudiantes españoles y a los profesionales?
Creo que nuestros estudiantes y profesionales no desmerecen de sus homólogos europeos. Mi experiencia con los alumnos que vienen de otras universidades de intercambio es que no destacan sobre la media de los alumnos nacionales, más bien al contrario, si bien en esto seguramente influye el tema del idioma, ya que, en general, no suelen presentar un gran dominio del español.
¿Cómo describiría el sector de la construcción e ingeniería en la actualidad en España?
La construcción en España, desde la crisis, ha caído de una forma significativa. Las ingenierías españolas mantienen el tipo gracias a los esfuerzos de internacionalización que han realizado, sobre todo en países sudamericanos. En este sentido, creo que CYPE ha contribuido de forma importante gracias al gran número de normativa internacional que tiene implementada. De esta forma, los técnicos que utilizan este software han podido trabajar para esos países sin necesidad de cambiar de software, únicamente adoptando su normativa.
¿Cuáles son los principales retos que tienen hoy en día las ingenierías para mejorar su productividad?
En el ámbito de la construcción existen multitud de disciplinas (estructuras, instalaciones, arquitectura…) y los equipos de trabajo están descentralizados (distintas oficinas e incluso distintos países). Todo ello exige un trabajo colaborativo y unas herramientas informáticas que, además de permitir abordar los diseños, análisis, verificaciones… que exige la normativa, permitan un flujo de información eficiente, de tal forma que ésta se mantenga permanentemente coordinada, sea coherente entre disciplinas y equipos de trabajo, y permita una actualización continua, desde la fase de proyecto hasta la de construcción y servicio.
Con respecto a la utilización de software profesional por parte de los estudiantes, ¿qué supone para un alumno salir de la Universidad con un correcto manejo de las herramientas informáticas?
Creo que es muy importante. Obviamente en la Universidad se deben impartir los fundamentos teóricos que doten a los alumnos de los criterios técnicos de los que hemos hablado anteriormente. Si no se adquieren en la Universidad, difícilmente se adquieran fuera de ella. La mejor herramienta informática no es nada sin un usuario con unos buenos fundamentos técnicos. Pero no cabe duda de que hoy en día la complejidad de los cálculos necesarios para la realización de un buen proyecto exige la utilización de herramientas informáticas, y no podemos pretender que el alumno adquiera estas competencias una vez finalizada su carrera. En definitiva, el alumno se debe incorporar a su vida profesional con estos dos soportes, una buena base teórica y un buen conocimiento de las herramientas informáticas necesarias para poder realizar su trabajo.