Javier Valladares es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid, y está especializado en Edificación. Antes de fundar en 1999 la empresa que ahora dirige y que lleva el apellido familiar, “Valladares Ingeniería S.L.”, Javier ha ocupado cargos de responsabilidad en diferentes empresas del sector de la construcción y de la ingeniería durante seis años. En los más de 15 años de vida, Valladares Ingeniería ha crecido como empresa, ha integrado a su oferta de servicios las diferentes disciplinas de un proyecto (estructuras, instalaciones, telecomunicaciones, certificaciones energéticas LEED, BREEAM…), y se ha internacionalizado, siendo hoy en día una ingeniería de edificación de referencia en España que lucha en posicionarse en el mercado internacional como una consultora de confianza y segura. Tener a las grandes empresas del sector de la construcción de España como clientes, así como la expansión internacional que ha experimentado en los últimos años con proyectos de edificios en altura y con sismo con más de 34 plantas en México, en Chile o en Qatar, entre otros, dan fe del buen trabajo realizado por esta ingeniería en su área internacional.
Valladares Ingeniería ha obtenido recientemente el encargo para la realización del cálculo de la estructura de la Torre de 34 Plantas correspondientes al Proyecto Polarea Fase V en México D.F. que está desarrollando el Grupo Lar. ¿Qué supone un proyecto de estas características para una ingeniería joven como la suya?
Para una empresa española poder diversificarse y competir en países internacionalmente da una idea de que la capacidad técnica que las compañías españolas tenemos en el ámbito de la ingeniería es muy alta. En nuestra opinión, la ingeniería de edificación en España está muy infravalorada, ya que tenemos unos honorarios muy inferiores a lo que normalmente se pagan internacionalmente. Cuando salimos al exterior las ingenierías españolas somos muy competitivas en la calidad que ofrecemos en nuestros proyectos. Además del prestigio internacional que nos pueden dar estos proyectos, otras de las ventajas que conseguimos al trabajar fuera de España es el aprendizaje de normativas y códigos internacionales, algo que nos enriquece como ingenieros. Podemos decir que trabajando en inglés con normativa americana o en francés podemos dar servicio en cualquier parte del mundo.
Además de México, ¿en qué otros países está presente Valladares Ingeniería?
Hemos trabajado en Marruecos, Emiratos Árabes, Qatar, Libia, Portugal, Inglaterra, Polonia, México, Chile, Perú y en Brasil. Normalmente, trabajamos fuera del territorio nacional a través de empresas españolas que ya están ahí. La crisis propició que casi todas las empresas constructoras, sobre todo las grandes, hayan tenido que salir y buscar proyectos en todo el mundo. Al principio, estos grupos empresariales tenían un negocio del 90-80% en España y el resto fuera, algo a lo que ahora se ha dado la vuelta. Empresas tipo Sacyr, Dragados o Ferrovial tienen ya un porcentaje muy alto de sus ingresos procedentes del área internacional, por lo que estas empresas demandan trabajos de ingeniería, sintiéndose más cómodas con compañías españolas como Valladares Ingeniería con las que están acostumbradas a trabajar.
Y en España, ¿cómo describiría el sector de la construcción e ingeniería en la actualidad?
España ha experimentado una evolución natural. Empezamos con el mercado de la vivienda, pero según vas redactando proyectos de ingeniería, tanto de estructuras como de instalaciones, vas mejorando y especializándote. Aunque el cálculo en general es el mismo, tienes que profundizar y especializarte más, ya que no es lo mismo, por ejemplo, el cálculo de unas instalaciones de climatización para una promoción de viviendas que para unas oficinas o un centro comercial. Como he dicho antes, la base puede ser la misma pero luego tienes que especializarte en función de los requerimientos de cada edificio. En lo que sí que hemos evolucionado mucho en los últimos años, gracias a la aprobación del Código Técnico de la Edificación y al salto cualitativo que ha dado el propio mercado, ha sido en las exigencias en sostenibilidad. Ahora nos piden que los trabajos sean sostenibles, que tengan bajo consumo y un buen mantenimiento. En este sentido, las exigencias del mercado y la sociedad han dado un salto muy importante y muy positivo. Por poner un ejemplo, de la norma EH 82 de hormigón a la actual ha habido cambios y yo estimaría que el 80% de estos han estado más relacionados con temas de durabilidad y de control de la ejecución de las obras y no tanto de cálculo. Otra evolución muy importante ha afectado a los informes geotécnicos porque antes eran poco exigentes y ahora son serios, requieren la firma de los expertos y están completamente regulados. Estos informes, en nuestro caso, son importantísimos para la redacción de los proyectos que realizamos.
Imagino que con la oferta de servicios que ofrece Valladares Ingeniería la productividad de su equipo técnico y de trabajo es fundamental. El tiempo en el diseño y ejecución de un proyecto es muy importante. ¿Cuáles son los principales retos que tienen hoy en día las ingenierías para mejorar su productividad?
Lo importante es contar con los mejores medios, entre los que destacaría el software y el equipo de trabajo. Para nosotros el manejo de las herramientas informáticas es fundamental. Contar con un software rápido y versátil nos resulta imprescindible y en esto, creo que todo el mundo coincide, CYPE es uno de los software que permite una modelización y comprensión fácil de lo que estás introduciendo, a lo que se suma la facilidad de modificar las cosas en función de lo que el cliente solicita. Otro factor de productividad fundamental para nosotros es, sin ninguna duda y como he dicho al principio, la experiencia del equipo.
Trabajar en diferentes países, con normativas distintas y tener que utilizar una gran variedad de software que hagan cálculos precisos y que después se integren a la perfección son aspectos que afectan de modo directo al departamento técnico y profesional de Valladares Ingeniería y a su productividad. ¿Qué camino están siguiendo, en su opinión, las empresas de software para satisfacer esta demanda de ingenierías como Valladares? ¿Es el BIM una solución a la incompatibilidad que pueden sufrir los software? ¿Está suficientemente instalado en el sector profesional?
Evidentemente en cada país hay una normativa y el software tiene que estar adaptado al país en el que se ejecute el proyecto. Con CYPE este campo está muy bien resuelto, algo que también tienen otras herramientas informáticas al poder trabajar con diferentes normativas. Por otro lado, el sistema BIM es algo que está entrando con fuerza en España, sobre todo porque hay más inversión internacional que está más acostumbrada a manejar el BIM. En Inglaterra ya es obligatoria desde el año pasado. Las ingenierías españolas, por su parte, están empezando a evolucionar en este campo y ya se inician en el uso del BIM en sus procesos de trabajo. No obstante, es muy difícil y muy complejo hacer compatible el software con BIM. Ahora mismo hay muchos problemas, pero es muy importante que en el futuro sean compatibles para mejorar y aumentar la productividad de los profesionales.
¿Hay algún país en los que hayáis trabajado que os haya sorprendido por su forma de trabajar?
Ninguno especialmente. Debemos ser conscientes de que la ingeniería española es de las más ‘top’ de todo el mundo. Llevamos muchos años construyendo en nuestro país y podemos asegurar que nos encontramos entre los mejores ingenieros. España exporta construcción e ingeniería. Sacyr, OHL o Dragados tienen contratos por valor de más de 200 millones de euros porque somos excelentes en el campo de la ingeniería.
Antes de llegar al área de sostenibilidad que Valladares Ingeniería ha potenciado, usted está especializado en estructuras y en esta área siempre hay que tener en cuenta, entre otros aspectos, las diferentes normativas sobre sismo. España no ha renovado su normativa desde hace 14 años a pesar del terremoto de Lorca. ¿Cree que es necesaria su renovación y puesta en marcha?
La norma sismorresistente en España data del año 2002 (la NCSE-02) y sustituyó tanto a la ya derogada NCSE-94 que a su vez lo fue la PDS-1 (1974) como a la primera PGS-1 de 1968. En cierto modo creo que es normal que esté menos desarrollada que en países americanos o en Japón porque mientras que en España hablamos de una aceleración básica de 0,16 g, en México, por ejemplo, hablamos de 0,30 g o superior. Además, la casuística de sismos de entidad en España es poco frecuente. No obstante, es cierto que España cuenta con edificios antiguos muy mal proyectados. Por ello, y aunque creo que hoy en día la normativa sísmica en España tiene un buen nivel, estoy convencido de que se podría mejorar. De hecho y en mi opinión, creo que en la zona con más riesgo sísmico de España sí que se debería hacer un estudio y analizar los edificios más antiguos y de protección especial, como iglesias, centros deportivos, etcétera, para que si algún día se produce un sismo grave estar prevenidos y evitar daños importantes como, precisamente, ocurrió en Lorca.
Valladares Ingeniería también ha apostado por la construcción sostenible y la eficiencia energética. ¿Se puede hablar realmente de construcción sostenible? En su opinión, ¿qué es un edificio sostenible?
Un edificio sostenible es aquel que es eficiente en el uso de los recursos disponibles, respetuoso con el entorno y saludable para sus ocupantes. Hoy en día podemos hablar de edificios sostenibles en España sin lugar a dudas. Cada vez más se requiere a los proyectos que incorporen objetivos de sostenibilidad. Los promotores están empujando el mercado incorporando a las premisas del proyecto certificaciones y métodos de evaluación ambiental de edificaciones y procesos constructivos que garantizan la sostenibilidad completa del proyecto. Entre estos destacan de forma clara dos sellos de reconocido prestigio mundial: LEED y BREEAM. Estas certificaciones se están incorporando paulatinamente tanto a la obra nueva y grandes rehabilitaciones como a los edificios en uso donde se evalúa el comportamiento real del edificio desde una perspectiva sostenible.