La Universidad de Alicante (UA) acoge estos días, entre el 4 y el 7 de julio de 2017, el 18th International Conference on Computational Methods and Experimental Measurements (CMEM 2017) sobre análisis y cálculo de métodos numéricos y el 11th International Conference on Earthquake Resistant Engineering Structures (ERES 2017) sobre el cálculo de estructuras resistentes frente a terremotos. Hablamos con Salvador Ivorra, catedrático de la Universidad de Alicante y subdirector del Departamento Ingeniería Civil de la UA, uno de los organizadores de estos encuentros.
¿Cuál es la finalidad del ERES 2017, la undécima Conferencia Internacional de Ingeniería Sismorresistente de Estructuras organizadas por el Instituto Wessex y que se desarrolla en Alicante?
Este encuentro es un foro de debate sobre los diversos campos de la ingeniería sísmica que tienen relación con el diseño de estructuras y cómo se puede mejorar la seguridad en caso de sufrir un sismo. Por ello, este evento no sólo hace referencia a la construcción de nuevas obras de edificación sino que hará hincapié también en los procesos de mejora y rehabilitación de estructuras existentes, al tiempo que se abordarán otros temas como la evaluación de riesgos y la realización de estudios de vulnerabilidad. Los participantes en este encuentro, procedentes de países como Argelia, Rusia, Japón o Chile, entre otros, tienen problemáticas muy diferentes, por lo que vamos a tener una visión de múltiples problemáticas y no sólo de un edificio. Además de esta reunión profesional, otro de los objetivos es concienciar a la población y a los propios profesionales del sector de la necesidad de estar protegidos frente al sismo y de hacer estructuras seguras.
¿Cómo surgió la posibilidad de traer un evento de estas características a Alicante?
Nosotros hemos tenido relación con el Instituto Wessex de Southampton debido a que profesores nuestros han hecho estancias ahí. Y la idea era organizar algo con el sismo en Alicante y edificios históricos. Alicante es una de las zonas con mayor riesgo sísmico de España y llevaba tiempo trabajando para traer un congreso de estas características con el objetivo de concienciar a la población y a los propios profesionales de Alicante sobre la importancia de estar protegidos frente a casos de terremotos y sismos. En estos días van a participar cerca de 50 expertos de 20 países diferentes, que darán una visión sobre este punto y sobre las problemáticas que existen a nivel internacional, lo que nos permitirá conocer las soluciones que se han adoptado en diversos países.
En el caso de España y de Alicante en particular, ¿cómo calificaría la norma sísmica actual?
La actual norma sísmica se ha ido mejorando con el paso del tiempo y esto ha ayudado a mejorar los procesos de construcción y a ser más exigentes. Ahora mismo y según he podido comprobar, la actualización del mapa de peligrosidad sísmica ya está acabada. La última versión a la que tuve acceso era más exigente con respecto a su predecesor y contaba con mayores incrementos en lo que se refiere a los niveles de la aceleración. En caso de que se mantengan estos incrementos los técnicos tendremos que buscar nuevas soluciones estructurales para poder absorber estas fuerzas. Sin embargo, lo que yo creo que ya se debería haber hecho en España es dar los pasos hacia la incorporación del Eurocódigo 8. Por otra parte, y como complemento a la normativa, la existencia de herramientas informáticas como el software de CYPE también han ayudado a calcular estructuras más resistentes frente al sismo, ya que facilitan la realización de cálculos fiables y lo más aproximado a la realidad.
¿Y se contempla la microzonificación en esta nueva normativa que está prevista?
Países como Italia sí lo tienen. El problema en España es que el terremoto llega cada mucho tiempo mientras que en Italia cada cinco años, más o menos, tienen un suceso de estas características graves. Por ello, los italianos, por ejemplo, sí cuentan con una microzonificación del país. España, hasta donde yo sé, no la contempla.
Un aspecto crucial en materia de sismo tiene que ver con las construcciones ya construidas, ya que al ser antiguas muchas no cumplen con la normativa actual sismorresistente. ¿Qué cree que se debería hacer al respecto?
Efectivamente. Mucha parte del patrimonio construido, por no decir prácticamente todo, la incumple, por lo que se necesitaría abordar proyectos de rehabilitación y de refuerzos de estructuras. Sin embargo, estos trabajos requieren una inversión económica que es inabordable debido a la cantidad de proyectos a realizar. Desde mi punto de vista habría que ir poco y empezar a hacer un análisis de vulnerabilidad.
Usted lideró un proyecto de investigación para desarrollar unos muros resistentes a los movimientos sísmicos alternativos a los tradicionales pilares de hormigón armado. ¿Cómo ha funcionado el proyecto?
Este proyecto se realizó en colaboración con la Universidad de Bolonia y el Politécnico de Bari en uno de los laboratorios de Ingeniería Sísmica más grandes de Europa. El proyecto consistió en la elaboración de muros de unos 10 centímetros de espesor con estructura de "sándwich", es decir, dos paneles de hormigón armado exteriores y entre ellos un núcleo de poliestireno expandido (poliespán o "corcho blanco") que aporta un amortiguamiento acústico y térmico. Este tipo de estructuras es muy válida para hacer frente a movimientos sísmicos. Estos muros tipo "sándwich" ofrecen frente a los tradicionales pilares la ventaja de un mayor grado de fabricación industrializada. Los paneles llegan casi prefabricados y permiten mayor rapidez en la ejecución de la obra. En algunas regiones de Italia se construye ya con ellos frecuentemente.
¿Cómo ha cambiado la formación en el cálculo de estructuras?
Esto depende mucho de la titulación que esté estudiando el alumno. Los conocimientos que transmitimos a los alumnos en el cálculo de estructuras no son los mismos para un alumno que estudia para ser arquitecto técnico que para el arquitecto o el ingeniero civil o de caminos, que son los que más formación reciben al respecto. En estos últimos incidimos sobre todo en el cálculo de estructuras de hormigón y en estructuras de acero. Hacemos poco sobre estructuras de fábrica y de madera, a pesar de que hay mucho patrimonio construido. Y, de momento, trabajamos más la formación dirigida a cálculo de estructuras de obra nueva que a rehabilitación. No obstante, hemos incluido ya en los nuevos planes materias específicas de cálculo sísmico. Y en todas las materias de cálculo hay una parte de la asignatura de informática, ya que prácticamente todos calculamos con software, herramienta que se ha convertido prácticamente en imprescindible para los profesionales.
Hablabas de hormigón armado y acero. ¿Qué novedades crees que habrá en el uso de materiales para estructuras en el futuro?
Hay un aspecto fundamental que es la durabilidad de las construcciones y su impacto ambiental. Por ello, tendremos que pensar en trabajar con hormigones que tengan un menor impacto ambiental, con áridos reciclados, menores cantidades de cementos y otro tipo de aditivos, ya que el cemento es un material que a la hora de fabricar emite una gran cantidad de CO2. Y con respecto a la durabilidad no podemos hacer construcciones que duren sólo 50 años. Si la industria de la construcción quiere ser compatible con la sostenibilidad tiene que utilizar materiales que sean más duraderos como, por ejemplo, el construir mejor frente a situaciones de corrosión del frente marino en la fachada litoral. Por ello, y en lugar de hablar de nuevos materiales, yo diría que habría que fabricar mejor los materiales que ya conocemos. De hecho, la normativa ya contempla la utilización de materiales reciclados, como árido de hormigón, y muchas de las empresas de hormigón armado ya los incluyen en su oferta.
Las empresas que se ponen en contacto con vosotros para contratar a estudiantes. ¿Qué es lo que más piden de los alumnos?
Nos piden que el estudiante tenga un buen nivel de inglés, ya que muchas trabajan fuera. Y otra cosa que nos solicitan a los profesores son referencias personales de los alumnos porque, a priori, si han superado las asignaturas el conocimiento los tienen garantizado. En este sentido, las empresas valoran la personalidad del estudiante, si es una persona con la que se puede trabajar en equipo y nuestra opinión sobre los mismos.