Fundada en 1979, Polytherm es una de las empresas con más experiencia en sistemas radiantes para calefacción y refrigeración en España. Hablamos con Miguel López Duvernell, Director Gerente de la empresa Polytherm sobre la evolución de estos sistemas en España y sobre la importancia que tienen las instalaciones en el sector de la construcción. En esta primera parte de la entrevista (habrá dos entregas más), Miguel López incide en la importancia que debe tener el concepto ‘confort y eficiencia energética’ entre los propietarios y sobre los retos que se avecinan ante el año 2020.
¿Cómo ha evolucionado el sector de los sistemas radiantes en estas casi cuatro décadas en España?
En 40 años, y aunque parezca raro, las instalaciones básicamente son las mismas: una base aislante y una tubería que transmite el calor hacia arriba. Lo que sí ha cambiado, y mucho, es el conocimiento que existe de este sistema. En 1979 nadie sabía lo que era el suelo radiante y cuando tratabas de explicarlo nadie, incluso técnicos cualificados, creían que esa solución pudiese funcionar de una forma confortable. Veían riesgos como que la casa pudiera inundarse en caso de que se rompiera el sistema. En este sentido, los comienzos fueron muy difíciles, empezando muy lento y prácticamente vendiendo puerta a puerta. En las ferias, al principio, tenías que convencer al usuario final porque los técnicos no estaban, por aquel entonces, de tu lado. Hoy en día ha cambiado: nadie cuestiona la calidad del suelo radiante, ni su confort, ni su funcionamiento. Ahora mismo, los técnicos, ingenieros y arquitectos lo prescriben con total confianza. Esto ha hecho que la comercialización también haya cambiado y, en cierto modo, se ha perdido un poco el contacto con el usuario final en beneficio de un acercamiento a prescriptor, instalador, arquitecto e ingeniero, así como con el promotor.
En lo que se refiere al usuario final. ¿Está suficientemente informado sobre la existencia del suelo radiante, sus características, beneficios, etcétera?
Yo creo que sí. No en toda España, pero sí en términos generales. En zonas de la costa y de Andalucía sí es cierto que hay menos conocimiento, pero desde el centro de la Meseta hacia el norte el conocimiento del suelo radiante está popularizado. También su uso. En esto influye mucho el clima, ya que, por ejemplo, en la costa hay mucha vivienda de uso estacional, turístico o vacacional, lo que significa que el interés por lo relacionado con la calefacción es menor, ya que la vivienda sólo la utilizan durante un corto periodo de tiempo y normalmente en verano. Por motivos similares en el Sur también hay mucha gente que por cuestiones climáticas prioriza el frío, refrescamiento y refrigeración. En estas áreas la penetración es mucho menor. No obstante, es cierto que esta situación va cambiando, sobre todo en los últimos 15 años, porque la nueva construcción empieza a ser de una cierta calidad e incorpora sistemas radiantes. También han subido las exigencias de confort de los ciudadanos y si bien es cierto que no hace un frío extremo en esas zonas costeras, sí es verdad que durante al menos dos meses al año las temperaturas son bajas y, junto con la humedad, hacen que “vivir” en casa pueda no ser agradable. El concepto de confort es muy importante y muchas veces no lo tenemos en cuenta en España frente a otros países más fríos como Alemania, Dinamarca o Suecia. Por fortuna, como he dicho antes, esto está cambiando y en las nuevas promociones ya se contempla la climatización no sólo para el verano sino también para el invierno.
¿En todo tipo de promociones?
Bueno, al principio sólo se contemplaba en chalés de lujo, posteriormente en promociones de adosados y finalmente, en la actualidad, existen bloques enteros de viviendas e incluso viviendas protegidas que ya incorporan nuestros sistemas de climatización frío/calor por suelo radiante.
A pesar de todo este tiempo, la climatización continúa siendo uno de los principales problemas que siguen sin resolverse en las viviendas de España, sobre todo en las ya construidas. De hecho, las molestias que genera la mala temperatura en el hogar afectan al 15% de las viviendas de España, frente al 9% que representa el ruido, según diversos estudios y encuestas. ¿Cuáles son, en su opinión, los principales “problemas” que sufren las viviendas y los propietarios con problemas de climatización?
En este punto, y siendo una opinión muy personal, el principal problema en España es que se construye mal, al menos desde el punto de vista de la eficiencia energética. No es un problema de tener malas instalaciones o malos proyectistas. La causa principal es que en España se construye tradicionalmente pensando en lo que se ve: la fachada exterior se cuida mucho, los suelos, las puertas, el equipamiento de los baños y el de la cocina… Somos capaces de gastarnos 80 euros por metro cuadrado en una madera preciosa para la vivienda o en un mármol fantástico, pero en lo que se refiere a la inversión en instalaciones y aislamientos, como no se ven, nos parece muy caro invertir 20 o 30 euros más en una instalación más eficiente y confortable o en la mejora de los aislamientos. En lo que no se ve no se invierte. Y esta impresión es general, no sólo del usuario. También los técnicos en ocasiones dejan el capítulo de las instalaciones, calidad de cerramientos y aislamientos para el final. Pero todo esto tendrá que cambiar, sobre todo de cara al año 2020 y a las nuevas exigencias que van a llegar desde Europa.
La necesidad de crear un plan nacional de rehabilitación y eficiencia energética
¿De qué modo ha influido e influye la Normativa del Código Técnico de Edificación en la instalación y popularización de este en la climatización por suelo radiante?
El suelo radiante ha mejorado y ampliado su penetración en el mercado porque la gente ha visto después de 40 años que funciona, que es confortable y que es ahorrador. En este sentido el CTE no ha influido ni para bien ni para mal. De hecho, el suelo radiante ya había estado creciendo muchísimo antes de que hubiese un CTE. No obstante y relacionado con el tema de los aislamientos, el CTE sí podría haber ayudado a cualquier sistema de calefacción si se cumpliese la normativa. El problema para su cumplimiento estriba en la falta de supervisión en las obras. De hecho, y esta es una percepción personal que tengo, una buena parte de los edificios nuevos que se construyen en España cumplen con el CTE sobre el papel, pero no en la realidad, y nadie lo comprueba. No existen controles efectivos.
¿En el resto de Europa sí existen controles más efectivos?
En algunos países, como Alemania, hay una cierta cultura de denunciar si algo no cumple la normativa y esta denuncia va solidariamente al arquitecto, al promotor responsable de la obra y al constructor. Yo diría que es impensable no cumplir con una norma constructiva en Alemania. Lo contrario que en España.
¿Y esto es porque el propietario o usuario final de la vivienda de este país, por ejemplo, está más formado e informado que en España?
Puede ser. Pero sobre todo es porque en esos países hay otra cultura más respetuosa con las normativas y el medio ambiente, junto con inspecciones que controlan el cumplimiento estricto de las normativas de edificación, por ejemplo, el coeficiente de transmisión térmica de muros, ventanas…
¿Podría hacer una estimación del porcentaje de viviendas que no cuentan con un buen aislamiento?
Es muy difícil concretarlo. Pero yo diría que un 50% de las construcciones con más de 15 años está mal aislado y en algunas zonas, como la del Mediterráneo, lo elevaría al 80% sin ningún tipo de problema. Y digo que está mal aislado o que, directamente, no tiene ningún tipo de aislamiento. Las viviendas modernas están mejor aisladas pero muy pocas cumplen con criterios “europeos actuales” de eficiencia térmica.
Para solventar estos “problemas” o carencias en las viviendas de España, que en definitiva también influyen en la eficiencia energética. ¿Existen planes públicos de rehabilitación de viviendas que favorezcan e impulsen la instalación de estos sistemas de calefacción? ¿Están funcionando? ¿Considera que son suficientes?
Yo he visto campañas puntuales, como de cambio de calderas, que sí han funcionado, así como diferentes campañas de sustitución de ventanas, según la comunidad autónoma. Estas campañas siempre ayudan pero lo que yo echo en falta es un auténtico plan de rehabilitación en busca de una eficiencia energética. Esta eficiencia y reducción de consumos se podrían conseguir de una forma relativamente sencilla, llegando incluso a reducciones del 50% si realmente se acometiese un plan integral y no por partes como sucede ahora: en una zona la caldera y en otra la ventana. Este plan debería ser nacional e integrar todos los elementos que consumen energía, no sólo la calefacción, sino también los aislamientos, la refrigeración, los cerramientos, la iluminación e incluso los electrodomésticos.
¿Cómo se podría incentivar, desde la administración pública, estos tipos de mejoras y rehabilitaciones? ¿Son muy exigentes a la hora de conceder las ayudas de la Administración Pública? ¿Están los planes bien elaborados?
Yo he visto distintas fórmulas, alguna mediante subvención directa. Otras no. Lo que habría que entender es que, si alguien hace una inversión de 5.000 euros en su casa y se puede ahorrar 500 o 600 euros cada año en la factura del consumo energético, tiene una amortización inferior a los 10 años. Esto hace que merezca la pena invertir y tan solo habría que facilitar su financiación. Una solución podría ser pactar entre los bancos y los gobiernos de cada comunidad la creación de una línea de créditos blandos destinados a prestar dinero a familias para acometer estos proyectos y sabiendo que lo van a devolver en 10 años con los ahorros obtenidos en su consumo energético. El esfuerzo de la gente sería prácticamente cero, el país se beneficiaría muchísimo de un menor consumo energético, la banca se llevaría sus intereses y tampoco tendría un coste económico para el Gobierno. Todo el mundo gana. Si esto se llevase a cabo junto con el impulso de la instalación de repartidores de calefacción y la instalación de termostatos para que la gente pague por lo que realmente gasta, se bajaría el consumo. Me parece recordar que en Dinamarca el año en que se implementó la obligatoriedad de hacer un reparto de costo en las calefacciones se redujo, en un primer año, cerca de un 30%.
Relacionado con este último punto, en los últimos meses ha habido polémica en España debido a que el Consejo de Ministros ha realizado una transposición parcial de una directiva comunitaria en materia de eficiencia energética. En concreto, el Consejo de Ministros ha eludido incluir en el decreto la obligatoriedad de que todas las viviendas dispongan desde el 1 de enero de 2017 de contadores individuales de calefacción. ¿Qué opinión le merece esta decisión?
Es aplazar una decisión inevitable. Creo que se ha perdido la oportunidad de ahorrar desde ya. No sé el motivo de este aplazamiento y quiero pensar que es por una cuestión de tiempo, ya que probablemente en enero de 2017 era imposible hacerlo en toda España.
¿De qué modo puede influir el suelo radiante en el aislamiento acústico y térmico de la vivienda?
Existe una relación directa. De hecho, en Polytherm hemos sido pioneros en comercializar, desde hace 15 años, las primeras planchas aislantes que llevan tres capas: plástico (evita la absorción de humedad), capa de alta densidad de aislamiento térmico y una tercera capa de aislamiento acústico, que absorbe los ruidos, cumpliendo la Normativa Europea de Suelos Radiantes y el Código Técnico de la Edificación que exige un aislamiento de ruido de impacto, de este modo el promotor se ahorra instalar una lámina de absorción de ruidos porque nosotros ya la incorporamos.
Innovaciones tecnológicas incorporadas al sistema del suelo radiante
¿Cuáles son los principales perfiles de usuario que adquiere e instala este tipo de instalación: persona individual, empresa, hotel, comunidad de vecinos...?
Es muy variado. En un principio, en los inicios, era sobre todo usuario individual. Ahora tenemos muchos proyectos relacionados con la rehabilitación de edificios históricos, palacios,… En sitios con grandes alturas es donde mejor funciona y es más eficiente es el suelo radiante, ya que sólo calientas el ambiente a baja altura. Es eficientemente más óptimo. También trabajamos en hospitales, tenemos centros deportivos, museos como el Museo Arqueológico Nacional. Como obra singular y de éxito hace ya cerca de 20 años que instalamos el suelo radiante del Centro de Alto Rendimiento de Granada. También hemos hecho proyectos para instalaciones de gusanos, criaderos…
¿Cómo solventáis el problema del estiércol en los proyectos de ganadería?
En estos proyectos lo normal es la instalación en las parideras o también en las grandes salas donde están los pollos. Al aprovechar el calor cuando se almacena el estiércol, los purines, se produce un proceso de fermentación que genera calor y libera gases nocivos. Los gases se queman y se recogen como energía para motores, ya que se puede producir energía con ellos. Además de producir energía es más respetuoso con el medio ambiente porque lo que sale de la piscina donde se guarda el estiércol es un abono seco y no líquido que continúa emitiendo gases contaminantes. Y con el calor generado, por su lado, lo que hacemos es introducir grandes serpentines de tubería en las piscinas donde se almacena el estiércol y ese calor se pasa a un líquido, usándolo como un intercambiador de calor que permite el paso del purín al agua y utilizarlo para calefactar la granja.
Aunque la técnica y tecnología avanza día a día, en términos generales podemos identificar y distinguir dos tipos principales de suelo radiante: el que funciona por medio de agua caliente y el que opera por medio de la calefacción radiante eléctrica. ¿Cuál es el más instalado hoy en día? ¿Por qué?
El eléctrico nunca ha llegado a tener una significación importante. El mercado se ha decantado por el agua porque con ella tú puedes elegir el tipo de fuente de alimentación, puedes poner una caldera de gas, una de gasóleo o de leña (te interesa en una granja) o puedes poner una de pellets, aerotermia, geotermia y, además, si pones una de estas puedes hacer que en verano vaya también fría el agua y refrescas tu nave. Algo que no puedes hacer con la eléctrica, con la que además siempre vas a estar dependiendo de la factura eléctrica.
En estos sistemas, ¿ha habido mucha innovación en los últimos años?
La evolución ha estado centrada, sobre todo, en las tuberías. Hace 40 años eran de una sola capa, después de tres y hoy en día son de cinco capas. Con estas cinco capas se evitan la difusión de oxígeno y se protege el tubo interior de los daños en obra. Ahí ha habido una evolución importante. Asimismo, los precios han bajado. El precio por metro cuadrado ahora es mucho más bajo que hace 40 años, ya que antes era un lujo. Hoy en día es un sistema asequible. Y luego ha habido una evolución muy grande en la regulación electrónica. Ahora hay termostatos que puedes manejar desde un teléfono móvil y desde el Smartphone puedes manejar la temperatura de cada una de las estancias de tu vivienda. Aparte de eso hay sistemas de control de la humedad relativa y de la condensación que te permiten usar el refrescamiento, lo que hace 40 años era inviable, ya que cuando te pasabas de frío condensaba y el suelo era una pista de agua. Hoy en día la electrónica te permite controlar estas temperaturas para que el sistema evite que esto pase.
¿Qué papel juega la formación técnica de los profesionales que intervienen en un proyecto de estas características? Ustedes también ofrecen formación técnica. ¿Cuáles son los cursos o temáticas que más les demandan? ¿Cuál es el perfil del solicitante?
Nosotros desde hace años dedicamos una parte muy importante de nuestra actividad a la formación de los instaladores. También de arquitectos e ingenieros, pero sobre todo instaladores. Hay que decir que la instalación es sencilla y yo diría que ahora lo es más que hace 40 años. Lo único complicado es que lo importante es atender a todo el apartado de regulación electrónica, que requiere un equipo especial en función de las necesidades: válvulas, bombas de circulación. Hoy en día nuestra formación va más dirigida a este aspecto del sistema de control del suelo. Ahí sí se requiere más formación. Esto es lo que el tiempo ha podido complicar un poco más pero también porque ofrece unas prestaciones mayores que antes no se daban.
En Polytherm, ¿han tenido que “arreglar” instalaciones que no rendían al nivel deseado? ¿Podría concretar qué problemas generaba en algún caso en concreto?
Sí. A veces con demasiada frecuencia nos llaman para estudiar sus instalaciones y resolver los problemas. La mayor parte de ellos los englobaría en cuatro grupos:
- La bomba de circulación del agua es insuficiente.
- Los Circuitos de tubería son muy largos y que pasan dos veces por la misma habitación, lo que hace que nunca se vaya a poder regular cada habitación de un modo independiente.
- Otro problema es la presencia de lodos. Con el tiempo en cualquier instalación se producen lodos y estos normalmente se depositan en la caldera, dando problemas. Desde hace 10 años nosotros patentamos un equipo que filtra estos lodos, pero hasta ese momento hemos tenido muchos problemas...
- El último problema y no menos importante es que la instalación está mal proyectada. Aquí la culpa puede ser del proyectista pero también del instalador que no respeta el proyecto. Existen estos casos también.
Los puntos dos y cuatro no tienen solución salvo levantar y cambiar toda la instalación. El 1 y el 3 son fáciles de solucionar.
En la actualidad, el software de CYPE ha incorporado los sistemas de suelo radiante de Polytherm. ¿Qué queréis ofrecer al mercado con esta nueva incorporación?
Nuestro objetivo es, por un lado, ofrecer al mercado una herramienta para evitar, precisamente, esos errores de diseño que he comentado antes y que pueden hacer que una instalación no tenga solución y tenga que desmontarse por completo. Por otro lado, ofrecemos la posibilidad a los que ya diseñan y calculan la instalación de suelo radiante en CYPE trabajar con Polytherm, la empresa que más años lleva en el mercado y que más metros cuadrados ha instalado (más de 20 millones de metros cuadrados). Además somos la única empresa española que fabrica todos sus elementos en España excepto la electrónica que es de origen alemán.
¿Cuáles son los retos de futuro que se plantea Polytherm en los próximos cinco años?
El suelo radiante está muy vinculado con la obra nueva, con lo que este sector nos condiciona mucho nuestras ventas. Esta crisis ha sido muy dura para todos y para nosotros también. Por desgracia en la rehabilitación, España aún se centra, como he dicho antes, en la estética y raramente se toca la instalación. En cuanto a crecimiento hemos de decir que en la actualidad estamos creciendo mucho pero hay que ser prudentes. Ya experimentamos un fuerte crecimiento en el pasado, antes de la crisis, cuando entramos en la edificación residencial alrededor del año 2000, ya que hasta ese momento casi todos los proyectos eran en viviendas unifamiliares. Con la crisis desapareció cerca del 90% del mercado de obra nueva y ahora, como he dicho antes, el mercado está creciendo con mucha fuerza pero somos consciente de que hay que actuar con prudencia porque no sabemos ni cuanto va a durar ni si se va a mantener este impulso.
¿Y en el área internacional?
Nosotros operamos en todo el mundo. Sin embargo, tenemos dos servicios. Por un lado y dentro de la Unión Europea sí que ofrecemos nuestros sistemas de suelo radiante y trabajamos con distribuidores de confianza. En países como Rusia o China, más lejanas, lo que exportamos y fabricamos para empresas locales son tubos que luego ellos comercializan en sus mercados. Fabricamos tuberías especiales de cinco capas, por ejemplo, y las vendemos en China que es uno de los mayores fabricantes de tuberías de todo el mundo.