El uso de la tecnología BIM en el sector de la construcción en España no ha dejado de crecer en los últimos años. Trabajar con modelos digitales ofrece a los profesionales del sector de la arquitectura, ingeniería y construcción ventajas como la anticipación de errores, la reducción de sobrecostes o la condensación de todos los datos en un conjunto de modelos compartidos, facilitando que cualquier participante en el proyecto pueda acceder a la documentación en tiempo real y de forma online.
A pesar de ser una tecnología nacida a finales del siglo pasado, el uso del BIM empezó a llegar a España hace poco más de una década gracias a la industria privada. Las empresas más pioneras vieron cómo este flujo de trabajo utilizado en otros países generaba beneficios a la hora de planificar, diseñar y gestionar proyectos de construcción. La Administración pública tardó un poco más en asimilar estas ventajas y esta forma de trabajar. No fue hasta la publicación de la Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público (LCSP) cuando permitió la posibilidad de exigir requisitos BIM en las licitaciones públicas.
Según los últimos datos publicados por el Observatorio de Licitaciones Públicas BIM del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, España registró en 2023 un total de 1.003 y un valor de inversión acumulado de 3.695 millones de euros, frente a las 609 licitaciones por un valor de 2.958 millones de 2022. Estos datos suponen un incremento del 64,7 % y del 25 %, respectivamente.
Esta tendencia al alza continuará en los próximos años previsiblemente. Tal y como se afirma en un estudio del propio Observatorio de Licitaciones BIM de la Comisión Interministerial, tomando como referencia las licitaciones del conjunto de las Administraciones Públicas en 2001, el 23% del presupuesto total de licitación puede utilizar metodología BIM y beneficiarse de las ventajas que ofrece dicha metodología.
Este auge implica una serie de retos para las Administraciones públicas a la hora de licitar los proyectos de construcción con requisitos BIM. Para hacer frente a ellos, el Gobierno de España ha aprobado el Plan BIM en la Contratación Pública, que establece una incorporación gradual y progresiva de la metodología BIM en diversos contratos. ¿Cuáles son los datos de partida necesarios que las Administraciones deben solicitar? ¿Qué información debe incluir el adjudicatario? ¿Qué formatos tienen que presentarse? Teniendo en cuenta que un modelo BIM puede sumar unas 30.000 entidades y que cada entidad contiene unos 30 parámetros diferentes, un proyecto BIM podría sumar millones de parámetros. Debido esta gran cantidad de información, las A
dministraciones públicas deben tener claro qué requisitos pedir en estos contratos.
Cuáles son los requisitos BIM “mínimos” en licitaciones públicas
Como hemos dicho, la supervisión de proyectos BIM en la contratación pública implica una serie de desafíos para las Administraciones. Por un lado, siguen existiendo dudas a la hora de establecer los requisitos BIM que se van a requerir en los contratos. Por otro lado, ¿cómo se solicita, genera y gestiona la información? Teniendo en cuenta la magnitud de la información disponible en un modelo BIM, establecer prioridades es fundamental para llevar a cabo una buena labor de supervisión.
Desde el punto de vista de un contrato público, la incorporación de la tecnología BIM en los procesos de licitación, de presentación de ofertas y de ejecución de los contratos se materializa en los conceptos “Requisitos de información” y “Plan de ejecución BIM” definidos en la ISO 19650.
Esta norma establece que la Administración contratante tiene la obligación de definir los requisitos de información en los documentos que conforman la licitación para que los licitadores conozcan dichos requisitos y puedan realizar las ofertas. Entre los principios que recogen se encuentran los siguientes:
- Definición clara de los objetivos y requisitos del proyecto.
- Definición de un protocolo de intercambio de información.
- Utilización de un modelo digital único y compartido por todas las partes implicadas.
- Uso de herramientas colaborativas para la gestión del proyecto.
La incorporación de la tecnología BIM en los procesos de licitación, de presentación de ofertas y de ejecución de los contratos se materializa en los conceptos “Requisitos de información” y “Plan de ejecución BIM” definidos en la ISO 19650.
Definir bien estos requisitos determinará la calidad final del proceso constructivo en las licitaciones públicas que exijan el empleo de BIM. Esta definición debe depender de las necesidades de cada Administración aunque, según el histórico de licitaciones en España, la mayoría de procesos suelen tener una serie de exigencias comunes. Vamos con ellas:
Visualización 3D para facilitar la interpretación del proyecto
La visualización del modelo 3D del proyecto es uno de los puntos fuertes que aporta el flujo de trabajo Open BIM. Sobre el tipo de archivo, el formato requerido suele ser el formato abierto “IFC”, siendo también recomendable incluir información de los modelos IFC entregados relacionada con la estructura de los datos, el plan de modelado, trazabilidades, software, codificaciones, etc. No obstante, además del formato IFC, existen otros formatos abiertos cuya capacidad de visualización puede llegar a superar las de este, como el formato glTF, muy utilizado en el sector de los videojuegos.
Existen otros formatos abiertos además del IFC cuya capacidad de visualización puede superar la de este formato, como el glTF, muy utilizado en el sector de los videojuegos.
Garantizar la coordinación entre las disciplinas del proceso constructivo
La coordinación entre los diferentes perfiles profesionales que participan en un proyecto de construcción sigue siendo una de las tareas pendientes del sector. De ahí que en las licitaciones públicas que exigen BIM, la petición de modelos digitales que garanticen la coordinación entre los equipos de diseño, los técnicos en obra y otros perfiles sea cada vez más común. De este modo, es posible visualizar de antemano las inconsistencias del proyecto en apartados como las mediciones, las estructuras o los presupuestos.
Facilitar la trazabilidad del avance del proyecto
Este punto no habla de los datos vinculados a un tema geométrico, sino de los metadatos del propio proyecto que nos permiten saber “quién ha hecho qué”. La trazabilidad favorece a las Administraciones públicas a la hora de:
- Conocer el estado real del proyecto en todo momento. Aumenta la transparencia y reduce el riesgo de posibles irregularidades o incumplimientos.
- Mejorar la planificación. Al conocer el estado del proyecto, es posible ajustar la planificación y los plazos de entrega.
- Mayor eficiencia y mejor calidad del proyecto. Contribuye a detectar posibles retrasos o problemas en una fase temprana del proyecto y tomar medidas para corregirlos.
Controlar la estimación de presupuestos durante todo el proceso
Los desfases presupuestarios constituyen uno de los mayores desafíos en las licitaciones de construcción públicas. La tecnología BIM y el trabajo con modelos digitales ayudan a ajustar estos desfases al existir hoy en día herramientas de última generación con las que realizar mediciones exactas de cada una de las partidas y, de este modo, saber los montantes de los materiales.
Facilitar la gestión del edificio acabado
Los modelos digitales proporcionan a la Administración pública un activo digital que se puede explotar a lo largo del ciclo de vida del proyecto, ya sea una edificación o una infraestructura. Con estos modelos digitales, las Administraciones garantizan tener la opción de recopilar y distribuir continuamente la información, mejorando la retención de datos entre disciplinas y fases. Gracias a ello y a los datos disponibles en los modelos, es posible tomar, a lo largo del tiempo, decisiones informadas sobre el rendimiento y el ahorro de costos de los proyectos.
¿Qué pueden pedir las Administraciones públicas ?
Como se ha avanzado anteriormente, un modelo BIM puede tener unas 30.000 entidades diferentes que, en el ámbito de la edificación, incluyen elementos como puertas, ventanas, materias primas, etc. Cada entidad, a su vez, puede contener otros 30 parámetros diferentes (materiales, dimensiones, texturas, densidad, masa, temperatura, etc.). Esto supone que cada modelo BIM tiene alrededor de 900.000 parámetros diferentes. Si un proyecto de edificación está compuesto por 12 modelos BIM, por ejemplo (estructuras, instalaciones, mediciones, etc) nos encontramos con que las Administraciones públicas podrían acceder a millones de parámetros por proyecto.
Los organismos públicos deben tener en cuenta el concepto de “Perdurabilidad” a la hora de realizar los pliegos de condiciones y exigir el uso de formatos abiertos en lugar de formatos de propietario.
Ante esta ingente cantidad de datos y de información surge la pregunta: ¿Qué nos piden desde la Administración pública? Con los datos disponibles, podrían pedir todo tipo de información, pero la magnitud de los datos existente en un proyecto BIM haría inviable supervisar toda la información generada. De ahí que las Administraciones deban tener claro qué van a pedir y por qué van a solicitar dicha información. Por ello, y además de tener en cuenta los requisitos comunes que suelen exigir las diferentes Administraciones públicas, estas deben adaptarlas a sus necesidades. No hay una fórmula mágica y común para todas. Por ejemplo, los ayuntamientos pueden exigir a los responsables de un proyecto la entrega en formato BIM de la documentación relativa al cumplimiento de las normativas y regulaciones aplicables para que los técnicos de la corporación puedan realizar esta supervisión de una forma más rápida a través de herramientas tecnológicas basadas en la digitalización.
Otros entregables podrían ser incorporar entidades de distintas disciplinas como:
- Urbanismo, accesibilidad o incendio.
- Un modelo térmico para realizar el cálculo del comportamiento energético.
- Definir un porcentaje mínimo de partidas del presupuesto que deban hacer referencia a modelos BIM.
Existen muchas otras opciones. La decisión de elegir unos u otros entregables dependerá, como hemos dicho, de los técnicos de la Administración pública y de su capacidad para poder revisar correctamente toda la información BIM.
¿Cómo se entrega la información BIM a la Administración pública? La importancia de los formatos abiertos
Cuando hablamos de BIM hacemos referencia a dos conceptos: metodología de trabajo y tecnología.
En cuanto al primer punto, los técnicos de las Administraciones públicas deben contar con una metodología de trabajo y de supervisión BIM adecuada y consensuada para poder llevar a cabo esa tarea de revisión de una forma eficiente, informando de antemano a las empresas que se postulen a un proyecto sobre toda la documentación digital que van a tener que presentar. Con respecto al apartado tecnológico, existen diferentes soluciones tecnológicas BIM. Cada una puede aportar información distinta a los modelos en función de su especialidad. Hoy en día, debido a la complejidad de los proyectos de construcción, es muy difícil resolver un proyecto con una única herramienta. Es necesario utilizar varios software de especialista que, a su vez, puedan compartir datos. Y para eso es fundamental trabajar con formatos abiertos.
La complejidad de los proyectos de construcción hace que hoy en día sea muy difícil resolver un proyecto con una única herramienta, por lo que es necesario trabajar con formatos abiertos con los que compartir la información generada con varios softwares de especialista.
Asimismo, las Administraciones deben tener en cuenta el concepto de “Perdurabilidad” a la hora de realizar los pliegos de condiciones y exigir el uso de formatos abiertos en lugar de formatos propietario. De este modo, cualquier profesional que sea contratado por las autoridades públicas podrá acceder a la información de un proyecto realizado con financiación pública sin tener que depender de un determinado software privado. En la siguiente imagen, por ejemplo, vemos el tipo de entregables, la extensión y el formato que Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) requiere en sus proyectos, según la información disponible en su Manual BIM de FGV.
Además, los profesionales que trabajan en BIM suelen hacer sus proyectos a través de una plataforma en la nube, un CDE en el que centralizar toda la información del proyecto. En la actualidad, hay Administraciones y entes públicos que ya solicitan incorporar el CDE utilizado.
¿Qué herramientas de supervisión BIM tiene CYPE?
La profusión de aplicaciones y formatos de archivos digitales requiere, por parte de los técnicos de las Administraciones públicas del empleo, de una estrategia de interoperabilidad y neutralidad tecnológica que, basadas en formatos abiertos, establezcan un lenguaje común, transparente e independiente respecto de la aplicación o software de propietario o fabricante.
Desde CYPE llevamos años trabajando en el desarrollo de este tipo de soluciones, lo que nos ha permitido sacar al mercado un conjunto de herramientas tecnológicas que, basadas en la metodología de trabajo BIM y en los modelos digitales, facilitan la supervisión de proyectos constructivos. Entre las herramientas BIM de CYPE que pueden utilizar los técnicos de las Administraciones públicas se encuentran:
CYPETHERM HE PLUS (CTE 2019): Eficiencia energética
Esta aplicación gratuita está concebida para la justificación normativa del CTE DB HE1 "Limitación de la demanda energética"; del CTE DB HE 0 "Limitación del consumo energético"; del CTE DB HE 4 "Contribución mínima de energía renovable para cubrir la demanda de agua caliente sanitaria" y para el cálculo de la certificación de la eficiencia energética mediante un modelo del edificio para simulación energética calculado con EnergyPlus™.
CYPEURBAN: Verificación urbanística
CYPEURBAN es un programa desarrollado para realizar la documentación del cumplimiento urbanístico sobre modelos BIM en formato IFC. El software cuenta con una lógica de cálculo que permite deducir a partir del modelo BIM algunas de las comprobaciones urbanísticas exigidas por las ordenanzas municipales. A su vez, consta de una serie de herramientas para definir y comprobar parámetros como distancias del edificio a parcelas colindantes, comprobaciones de parcela, ocupación, edificabilidad, altura de coronación, alturas libres, etc.
Open BIM Model Checker: Consistencia geométrica e identificación de errores
Un proyecto de construcción cuenta con la participación de diferentes profesionales de distintas disciplinas, lo que puede dar lugar al surgimiento de colisiones e incidencias entre las diferentes especialidades. También pueden surgir errores en distintas fases del proyecto constructivo. Para identificar este tipo de errores, contamos con el programa Open BIM Model Checker, con el que los usuarios identifican rápidamente los errores existentes en modelos virtuales. Además, desde el software es posible enviar avisos a los integrantes del proyecto, tanto con texto como con imágenes, para informar y resolver los problemas con mayor rapidez.
Open BIM Quantities: Mediciones y presupuestos
Con esta herramienta, los técnicos de las Administraciones públicas pueden extraer las mediciones de los modelos BIM siempre que estén en formatos abiertos. Hoy en día no tiene sentido trabajar de una forma analógica, y esta herramienta lee de forma automática las propiedades y cantidades contenidas en los ficheros IFC que componen el modelo digital del edificio, permitiendo establecer un criterio de medición y correlacionar estos datos con unidades de obra para hacer el presupuesto.
Ventajas, retos y desafíos de la supervisión de modelos BIM por las Administraciones públicas
Trabajar con modelos digitales ofrece múltiples beneficios. Desde el punto de vista de la Administración pública, la supervisión de modelos BIM aporta una mayor eficiencia y precisión en el proceso de diseño y construcción; la detección e identificación temprana de problemas; una mayor transparencia y control sobre los proyectos; un menor desvío presupuestario, etc.
Sin embargo, también presenta algunos desafíos para las Administraciones públicas. Uno de los principales objetivos es el de contar con personal capacitado en el manejo de estos nuevos flujos de trabajo y tecnologías para interpretar y supervisar correctamente la información disponible en los modelos BIM.
Otro de los retos es el de garantizar que tanto los técnicos de las Administraciones públicas como los profesionales puedan trabajar sobre los modelos digitales a lo largo de todo el ciclo de vida de la construcción sin depender de un software específico. Para ello, la exigencia por parte de las Administraciones de presentar los modelos en formatos abiertos es crucial, ya que además garantizará la interoperabilidad entre los diferentes modelos BIM utilizados, asegurando la correcta transmisión de la información. La supervisión de modelos BIM, tanto desde el ámbito público como desde la empresa privada, es ya una práctica muy extendida. Y es algo que irá a más en los últimos años gracias a que esta metodología de trabajo digital mejora la calidad y la seguridad, reduce costes y tiempos en los proyectos de construcción, al tiempo que mejora la eficiencia energética y la sostenibilidad.