El director técnico de la empresa de software para Arquitectura, Ingeniería y Construcción, CYPE Ingenieros, Carlos Fernández, acudió la semana pasada a la sede de la ingeniería marroquí NOVEC en Rabat, con cerca de 600 empleados, para ofrecer un curso de formación sobre la elaboración de proyectos constructivos con forjados reticulares. El motivo es que la llegada de promotores y constructores españoles, sobre todo de la costa mediterránea, a Marruecos está propiciando la entrada en el mercado alauí de esta forma de construir –novedosa para ellos pero típica en el levante y en el sur de España- en detrimento del forjado unidireccional.
Debido a esta tendencia, el departamento de estructuras de edificación de la ingeniería NOVEC, dependiente del grupo CDG, solicitó la visita de Carlos Fernández para que les asesorase y les explicase la utilización de estos forjados en los proyectos y cómo se puede calcular a través del software que la compañía española distribuye en Marruecos. Según explica el director técnico de CYPE Ingenieros, “los calculistas marroquíes se están encontrando con el problema de que no pueden realizar proyectos con forjados reticulares como les piden los empresarios españoles, ya que las herramientas informáticas que usan no les permiten trabajar con estos forjados”.
En este sentido, Carlos Fernández explica que el uso de estos forjados aumenta cada día en Marruecos, una circunstancia que ha situado a la empresa de software para arquitectura, ingeniería y construcción española en un puesto de ventaja en el país “debido a nuestra dilatada experiencia, durante más de 25 años, en el cálculo de este tipo de estructuras”. De hecho, la herramienta informática Robot, la más extendida en Marruecos para realizar los proyectos, no contempla este tipo de forjado en sus prestaciones.
Entre las ventajas que ofrece el forjado reticular destaca que permite una gran libertad de diseño al arquitecto, acorta los plazos de construcción, ofreciendo las máximas garantías de seguridad en el trabajo y mejora el aprovechamiento de los espacios, al permitir hacer reformas sin pensar en que quede una viga cruzando el salón.